viernes, 27 de febrero de 2015

Augusto Sandino (18/05/1895 - 21/02/1934)

"Despojado de la vieja retórica latinoamericana de los políticos decimonónicos, las palabras de Sandino se cargan de profundo sentido político, en tanto que son expresión de una verdad que no admite recovecos, tanteos, engaños, disfraces o retrocesos; expresa, simplemente, una lucha sin cuartel contra el imperialismo"
Sergio Ramírez



1895: hijo natural del hacendado liberal Gregorio Sandino y de la trabajadora doméstica y agrícola Margarita Calderón, el 18 de mayo nace Augusto Nicolás, inscripto con el apellido Calderón por carecer del reconocimiento de su padre, en el pueblo de Niquinohomo, departamento de Masaya. Preside Nicaragua el liberal nacionalista José Santos Zelaya.

1901: a partir de los 6 años de edad, Augusto acompaña y ayuda a su madre en la recolección de café en las plantaciones de la meseta central del Pacífico.

1904: Margarita Calderón, embarazada, es encarcelada por orden de un alcalde que presume un robo. Augusto está con ella en la celda y debe atenderla allí cuando sufre un aborto natural.

1906: aborda en la calle a su padre y le reclama por su falta de reconocimiento. Reconocido finalmente, se muda a la hacienda paterna y comienza a estudiar y a aprender el manejo de los negocios familiares.


1916: Sandino trabaja durante un periodo en una hacienda cercana a la frontera con Costa Rica.

1920: en un amorío circunstancial, Sandino deja embarazada a una humilde trabajadora, Mercedes Sánchez Gaitán. Debe abandonar el país después de una pelea en la que hiere de bala a un político en ascenso, Dagoberto Rivas. El juez que interviene, Rigoberto Rivas, es hermano de la víctima. Cruza a Honduras, acompañado por su primo Santiago. Allí realiza durante un tiempo tareas agrícolas en la costa norte.

1921: sigue en Honduras, pero ha cambiado de empleo. Ahora trabaja en una empresa azucarera y productora de alcohol, de capital estadounidense.

1923: empieza el año trabajando aún en el ingenio hondureño pero luego se traslada a Guatemala, a Quiriguá. Allí trabaja en plantaciones de la United Fruit. Más tarde pasa a México, se instala en Tampico y empieza a trabajar en la industria petrolera. Toma contacto con grupos sindicales y marxistas, así como con logias masónicas y espiritistas.

1925: obtiene trabajo en la Huasteca Petroleum Co., en la refinería de Cerro Azul, Veracruz, México, como jefe del departamento de venta de gasolina. En Nicaragua asume el gobierno una fórmula de coalición: el conservador Carlos Solórzano y el liberal Juan Bautista Sacasa, triunfantes en comicios vigilados por las tropas estadounidenses. Casi de inmediato los marines abandonan el país. Nueve meses más tarde, una rebelión de conservadores descontentos derroca al gobierno electo.

1926: la usurpación será resistida por sectores constitucionalistas, encabezados por el general José María Moncada. Sandino abandona México y regresa a Nicaragua cruzando por Guatemala. Pasa por su pueblo en junio y luego sigue hacia el norte. Consigue emplearse en Nueva Segovia, en la mina San Albino, como principal pagador. Se asocia a la resistencia constitucionalista. Organiza a un grupo de mineros y campesinos, y se alza en armas contra la usurpación conservadora. En diciembre se produce una nueva invasión norteamericana solicitada por la autoridades surgidas del golpe usurpador. Sandino comienza a actuar independientemente con su pequeño Ejército Defensor de la Soberanía Nacional contra las tropas invasoras.


1927: en un breve paréntesis de sus andanzas guerrilleras, se casa religiosamente con una telegrafista del pueblo de San Rafael, Blanca Aráuz. El novio tiene 32 años y la novia, 19. En julio emite su primer manifiesto. Su menguado ejército que nace con decenas, no más, de soldados improvisados, libra victoriosamente muchas batallas, empleando tácticas de guerrilla, y sus pobres tropas campesinas superan a los marines profesionales y modernamente armados gracias al conocimiento del terreno y la gente. En diciembre suscribe el Acuerdo sobre los Traidores a la Patria.

1928: el escritor francés Henri Barbusse envía a Sandnio un mensaje en el que lo llama "general de hombres libres" y lo elogia "por su ejemplo luminoso y sus espléndidos sacrificios". Sandino convoca a la unidad a los gobernantes de América.

1929: estalla una crisis económica mundial, con epicentro en el sistema financiero estadounidense. El ejército sandinista despierta simpatías en las corrientes nacionalistas y progresistas del continente, alimentadas además por la Internacional Comunista, que tiene a uno de sus hombres, el salvadoreño Farabundo Martí, destacado como secretario personal de Sandino. El general rebelde decide procurar recursos personalmente, cede por un tiempo el comando a sus generales y viaja a México.

1930: en abril retorna de México, trayendo a su regreso solo dos ametralladoras. Se suceden los combates contra las fuerzas norteamericanas.

1931: por la crisis económica, Washington decide retirar paulatinamente sus tropas, dejando una élite para formar y conducir una Guardia Nacional constituida por nicaragüenses. El 31 de marzo un terremoto destruye buena parte de Managua.

1932: la esposa de Sandino, Blanca Aráuz, es detenida, grávida, por la Guardia Nacional. El nuevo presidente, el liberal Juan Bautista Sacasa, ordena su liberación.



1933: a instancias del presidente Sacasa y de su ministro de Agricultura, Sofonías Salvatierra, un liberal de la logia masónica y amigo de los Sandino, se negocia un acuerdo de paz interior una vez que las tropas norteamericanas han abandonado Nicaragua. El 2 de febrero Sandino viaja en avión a Managua para suscribir el pacto. Es recibido en el aeropuerto por el jefe de la Guardia Nacional, Anastasio Somoza. Regresa al Norte. En junio, su esposa da a luz una niña, Blanca Segovia, pero muere tras el parto. Sandino realiza insistentes reclamos al presidente por el brutal comportamiento de la Guardia Nacional.

1934: el 21 de febrero, al salir de la Casa de Gobierno, tras cenar con el presidente, es detenido por efectivos de la Guardia Nacional, junto a Gregorio, su padre, y dos de sus generales. Solo Gregorio queda vivo. Los hombres de Somoza asesinan a Sandino y a sus dos generales. Poco más tarde, ingresan al lugar en que dormía Sócrates Sandino, hermanastro de Augusto, y también lo matan.

Tomado de:
Augusto Sandino, un jinete contra el imperio.
Cristina Noble, 2007.
Argentina: Capital intelectual

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